diumenge, 21 d’octubre del 2012

¡Esto no se llena nunca!


Evidentemente aquí tenemos un problema...
¡Cuántas veces clamamos a Dios por una llenura, por ese derramamiento de Su Espíritu que todos anhelamos con la expectativa de que toda nuestra vida será llena hasta rebosar.
Y en muchos casos, a pesar del paso de los años, nos damos cuenta que esa plenitud esperada no acaba nunca de llegar.
Hay dos motivos resultantes para esto:
1. 
Lo que Dios tiene para darnos, es tanto, que nunca llegará ese día en el que hallamos alcanzado la plenitud de Su Presencia, Dios tiene hoy algo nuevo para darnos, y así será también mañana. ¡Aleluya!.
2. 
Por otro lado, a veces nuestra vida no recibe, o no se llena con lo que Dios nos regala hoy, porque al igual que ocurre con el cubo de la imagen, grietas, que el pecado erosiona desde el interior de nuestro espíritu, no permiten que nuestra vida mantenga la copa hasta estar rebosando.

Hay que venir con ese par de dedos de frente espiritual a la Presencia de Dios en arrepentimiento genuino, y permitir que el perdón de Dios restaure toda grieta desde el interior, porque tapones externos no sirven. La restauración solo Dios puede operarla, solo desde dentro es efectiva, es hora de tomar la decisión firme de reparar todo aquello que nos impide llenarnos con la gloriosa unción de Dios.


"UNGES MI CABEZA CON ACEITE, MI COPA ESTÁ REBOSANDO".

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada