Mucho más lento que en situaciones más fáciles, pero todo paso avanzado en medio del desierto es fruto de una lucha que nos hace más fuertes. Todo aquel que sirve a Dios, atraviesa tiempos de desierto. Pero en el silencio de la oscura noche del desierto, la voz de Dios debe escucharse profundamente y el destello de una zarza ardiendo, debe llamar nuestra atención. ¡Dios ayúdanos a convertir nuestros desiertos en tiempos de aprendizaje,
para volver, como Moisés, con un interior más a Tu Estilo!.